Aunque normalmente tendemos a asociar la tecnología y la innovación con Silicon Valley y California, lo cierto es que hay muchas más localizaciones en el mundo que son dignas de concentrar el interés del globo entero por la aplicación de nuevas tecnologías o albergar la sede de las principales firmas de la industria TIC.
Sin embargo, para que una ciudad sea considerada como un lugar innovador no sólo debe ofrecer buenas oportunidades profesionales a sus habitantes o contar con servicios de ‘smart city’ que nos hagan la vida más sencilla. No en vano, hay muchos otros factores que intervienen en esta ecuación, como la población del lugar, el entorno, la actividad empresarial, la inversión en tecnología e I+D (tanto privada como pública), la inversión en capital inmobiliario, conectividad, educación o el precio de la vivienda.
Factores todos ellos que han sido analizados por la firma de investigación JLL que, después de comparar los datos de las principales urbes del mundo, ha realizado un ranking con las ciudades más innovadoras del planeta. Una pista: ninguna localidad española está en el top 10, mientras que encontramos cuatro norteamericanas, dos europeas, tres asiáticas y una de Oceanía.
En ese sentido, Londres es la ciudad más destacada en esta particular clasificación,a falta de conocer el impacto que el ‘brexit’ pueda tener en su tejido empresarial. JLL reseña de esta capital europea su potencial económico y educativo, así como la gran red de transporte público que conecta toda la urbe.
De esta forma, Reino Unido logra superar a Estados Unidos, que se tiene que conformar con la segunda plaza encarnada por el imprescindible Silicon Valley, región donde se concentran la mayoría de las multinacionales tecnológicas, como Apple, Google, IBM o Facebook. Más allá de eso, la firma de investigación alude a su maravilloso entorno natural como un factor decisivo para la calidad de vida y la generación de innovación en la zona.
En tercer lugar encontramos a Dublín, capital irlandesa y donde la mayoría de las multinacionales norteamericanas han radicado su filial europea, aprovechándose de los privilegios fiscales que permiten reducir la carga impositiva dentro de la Unión Europea. Justo por detrás aparece Bangalore, la capital de la tecnología y la innovación en India que, según JLL, concentra el 40% de toda la industria TIC de este país, principal destino del ‘outsourcing’ de Estados Unidos.
Para la quinta ciudad más innovadora del mundo debemos regresar a EEUU, a la costa este, concretamente a Boston, una urbe que ha mejorado notablemente su posición tecnológica gracias a un potente ecosistema emprendedor y a la influencia universitaria y científica de la zona. De vuelta a Asia, en la sexta plaza, volvemos a la gran urbe tecnológica de China -Shanghai-, justo antes de encaminar el mismo camino de retorno hacia Nueva York, la capital de las finanzas mundiales y que está apostando con determinación por la innovación para mantener su espíritu.
Cierran la clasificación de las diez ciudades más innovadoras Sidney (capital australiana que lidera la inversión en tecnología en Oceanía), Pekín (capital china que disfruta de una de las mejores infraestructuras y conectividad del continente) y San Francisco, ciudad que hereda gran parte de su influencia del vecino Silicon Valley, al que sirve como principal urbe y ciudad de referencia para servicios, compras, ocio y eventos de empresas.
Pero no acaba aquí la lista de ciudades con carácter innovador, ya que hay otras diez urbes que también sobresalen por encima de la media en este tema. Se trata de Nairobi, Shenzhen, Seattle (donde tiene su sede la mismísima Microsoft, concretamente en Redmond), Tokyo (cuna de la tecnología digital desde los 80 hasta hoy), Nanjing, Austin, Hyderabad, Melbourne, Seúl y Auckland. De nuevo, ni una sola ciudad española logra colarse en esta lista de futuro.