Por La Redacción
Con sede en Montevideo, Uruguay, Ártica Centro Cultural 2.0 lleva ya tres años ofertando sus servicios de formación, consultoría, asesoramiento e investigación para la implementación de proyectos artístico-culturales a través de Internet; su principal herramienta formativa son sus cursos online, los cuales se imparten en el aula virtual de su sitio web (desarrollada con Moodle, una aplicación web gratuita que los educadores pueden utilizar para crear sitios de aprendizaje en línea), estos cursos van dirigidos principalmente a emprendedores culturales, artistas, museos, fundaciones de arte, centros educativos y culturales en Iberoamérica.
Mariana Fossatti es directora de Ártica, y platicó con nuestro editor Marco Stivalet sobre los orígenes del Centro Cultural 2.0, para conocer más respecto a la experiencia de ellos como docentes y desarrolladores de una experiencia formativa innovadora en el campo de las industrias culturales, así como de la experiencia que han tenido con sus alumnos y colaboradores en este andar conjunto.
«Ártica surge porque -junto con Jorge Gemetto- vimos que en Internet existe mucho espacio libre, muchas posibilidades para los proyectos culturales… para aprovechar las herramientas, las nuevas tecnologías, todo lo que es la difusión, el compartir, el generar redes y que para todos los proyectos culturales que quizá no tienen los medios para entrar en los mercados de las industrias culturales tradicionales nosotros veíamos que había mucha oportunidad en este medio… además siempre nos gustaron mucho los medios digitales y tenemos cada quien nuestras actividades artísticas propias», comentó Mariana.
«Por otro lado veníamos trabajando en el ámbito profesional con la educación a distancia online en distintos proyectos, entonces como que juntamos todo eso y dijimos vamos a hacer un proyecto nuestro y sobre algo que nos guste… después surgió la posibilidad de tener un asesoramiento para la incubación de una empresa cultural a través del gobierno uruguayo, que tenía fondos para eso, sobre todo para capacitar y asesorar, entonces tomamos esas capacitaciones y eso nos dio un impulso importante para que este proyecto pasara de la idea a la implementación, de allí arrancamos con un blog , abrimos un aula virtual, empezamos a conectarnos con gente y a generar programas de capacitación y otros tipos de actividades culturales online», agregó.
Al momento de logearte para un curso «lo primero que pasa es que obtienes el acceso a un aula virtual de Ártica, en donde cada contenido es adaptado al curso en cuestión utilizando las diferentes herramientas de Moodle… entonces se hace una bienvenida, y así primero socializas un poco, conoces a los otros alumnos y a los profesores de cada curso y luego pasas a los contenidos».
«Los cursos generalmente son con varios profesores, lo dividimos en distintos módulos que duran más o menos una semana, y cada semana hay un profesor distinto con una propuesta distinta, y a lo que nosotros apuntamos es que todo sea centrado en los proyectos de los participantes, en sus propios intereses y nosotros brindarles las herramientas… y más allá de brindarles estos materiales de estudio, a su vez queremos que las actividades que los alumnos vayan haciendo sean centradas en sus propios proyectos» añadió Mariana sobre la cuestión de la experiencia del usuario.
Si bien actualmente el Web 2.0 o web social, que incluye entre otras herramientas: redes sociales, blogs, wikis, podcasts, sistemas de etiquetado y filtrado social, marcadores sociales… contribuye con todos estos elementos al aprendizaje colaborativo de forma accesible para los alumnos, Fossatti afirma que hay otras ventajas de la formación en linea como «la diversidad que te da en cuanto a participantes y a experiencias, porque al no depender de un territorio físico puedes compartir realidadades mucho más diversas y esto te enriquece muchísimo… y también tener a un click de distancia casi cualquier institución o proyecto cultural del mundo… antes no se tenía eso, y ahora estamos más conectados.»
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) «las políticas educativas para el uso de TIC contribuyen al fortalecimiento y la gestión de la planificación educativa», y el gobierno del Uruguay se ha tomado ésto muy en serio al adoptar desde 2007 el Proyecto Ceibal (basado en el Proyecto Una Laptop por Niño o OLPC del Laboratorio de Medios del Massachusetts Institute of Technology) y con ello ha logrado modernizar de forma dramática su sistema educativo, facilitando el acceso a Internet a los niños uruguayos desde la educación primaria.
En cuanto al lugar de origen de los estudiantes de Ártica, Fossatti dijo a Habitante que «la mitad de sus alumnos son españoles y la otra mitad latinoamericanos, de los cuales sólo una pequeña fracción son uruguayos», lo que nos habla de la capacidad que tienen este tipo de emprendimientos «en linea» para llevar su oferta hacia los mercados globales.
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