BITCOIN: LA TECNOLOGÍA QUE MATERIALIZA LA LIBERTAD DE MERCADO

BITCOIN: LA TECNOLOGÍA QUE MATERIALIZA LA LIBERTAD DE MERCADO

Por Gustavo G. Grillasca

 

 

Bitcoin y las nuevas criptomonedas están provocando el desarrollo de un ecosistema transgresor con el potencial de cambiar radicalmente la economía.

 

La década actual quedará en el registro histórico como el momento que vio nacer un gran movimiento internacional que, a modo de epidemia, se está expandiendo a través de Bitcoin (una nueva moneda electrónica) y novedosas estructuras tecnológicas llamadas Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAOs), que prometen materializar los ideales más radicales de libertad en los mercados.

En el año 2008 el mundo comenzó a resentir una de las más grandes crisis económicas modernas. El impacto global afecta a países enteros y sectores diversos, y pronto queda de manifiesto que el origen se debe principalmente a las prácticas del sector financiero y la manipulación de las tasas de interés.

Queda claro para todos que los bancos y los gobiernos han provocado un terrible desfalco económico que el resto de la sociedad deberá pagar durante décadas con más impuestos y recortes a los servicios de salud, educación, etcétera. El malestar social era inmenso y hubo todo tipo de protestas en todo el mundo. Sin embargo los poderes fácticos se protegieron, como hasta ahora, endureciendo la legislación contra las protestas, indemnizando a los directivos y persiguiendo a los disidentes.

Oportunamente, en agosto de 2008, aparece un artículo describiendo un sistema de pagos en dinero electrónico, que sirve para realizar transacciones entre dos personas sin la necesidad de ningún tercero. Es decir, que en lugar del arbitraje de un banco o empresa propone un ingenioso mecanismo que encadena el historial de transacciones en un código de programación abierto de modo que dificulta el fraude o ataque al sistema.

Firmado por una persona o grupo de personas anónimas bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, el documento describe con genialidad un nuevo sistema de intercambio monetario descentralizado llamado Cadena de Bloques (BlockChain), donde la red de nodos o computadoras con el software adecuado son quienes mantienen funcionando al sistema, a diferencia de las estructuras tradicionales que necesitan de un control central (oficinas, servidores, etc.) donde se gestionan las operaciones y la toma de decisiones.

En esta nueva Organización Autónoma Descentralizada no hay un único punto de control para garantizar el funcionamiento del sistema, sino que éste funciona de forma automática gracias a la totalidad de su estructura en la red, y por lo tanto, es invulnerable a un ataque, bloqueo o censura en el sentido tradicional, pues para conseguirlo se tendría que atacar a toda la red mundial de forma permanente.

Bitcoin es el nombre que recibe la primera moneda electrónica descentralizada basada en esta tecnología, y a principios de 2009 se llevan a cabo las primeras transacciones. Sólo un puñado de programadores lo conocen y un Bitcoin equivale a  unos cuantos centavos de dólar.

Pronto la popularidad de este nuevo sistema de intercambio monetario va creciendo y la comunidad que lo adopta comienza a expandirse con velocidad. Para 2011 emergen muchas otras monedas con esta misma tecnología conocidas como criptodivisas pues se basan en protocolos de encriptación, y mucha gente siente el compromiso de promover la adopción masiva hacia una nueva economía. Personas como Roger Ver, Andreas Antonopoulos, Amir Taaki entre otros, cobran popularidad por ser “evangelistas” de una nueva visión del intercambio económico a partir de Bitcoin.

Lo llaman “El Internet del Dinero”, no sólo por ser dinero en internet, sino por poseer además el potencial de cambio que el Internet provocó a partir de los años noventa en las comunicaciones, pero esta vez llevado al sistema monetario y la economía global.

La eficiencia para administrar, almacenar y transferir dinero con la tecnología Blockchain, en menos de una década hace parecer al sistema bancario una reliquia arquitectónica. Es como comparar el telégrafo y el correo electrónico. La llegada del cambio es sólo cuestión de tiempo pues cualquiera que aprende a utilizar un monedero de Bitcoins sabe que el sistema bancario tiene la batalla perdida.

Siguiendo el modelo de las divisas más potentes como el oro o la plata, a diferencia del dinero fiduciario, Bitcoin tiene escasez. Esto quiere decir que el número de Bitcoins que se generan es controlado por una ecuación inamovible lo que evita que se puedan simplemente imprimir más y generar inflación. Por tanto el Bitcoin a diferencia de los Dólares o los Euros o cualquier dinero fiduciario, no pierde valor a lo largo del tiempo, y cuanto más crecen los mercados y más crece la comunidad que lo utiliza, el valor de cada Bitcoin aumenta. Así es como en los últimos 7 años Bitcoin ha sido la mejor inversión del mundo, pues ha aumentando su valor inicial en mas de 700 veces a la fecha.

Basado en un algoritmo matemático de código abierto que le da transparencia a las transacciones, a diferencia del secretismo bancario convencional, esta herramienta permite a cualquier persona hacer una transacción económica a cualquier otra persona desde cualquier punto del planeta por cualquier monto, prácticamente gratis, sin mínimos o máximos y sin pedir permiso a nadie.

Bitcoin no puede ser bloqueado, censurado o limitado de ningún modo, pues no lo controla ninguna persona, banco, gobierno o empresa. Pertenece a una nueva dimensión tecnológica: está en todas partes y en ninguna a la vez.

El sistema financiero sigue la lógica del monopolio que a través de los “costos de operación” empobrece al sistema, lo que representa anualmente cientos de miles de millones de dólares que van directo a los bolsillos de los altos funcionarios de la burocracia. Bitcoin sin embargo opera en otro nivel de eficiencia económica al eliminar las tasas e impuestos, lo que permite hacer micro pagos y transacciones reversibles,  transfiriendo el poder de decisión al comerciante y no al intermediario.

Cuando en 2013 Edward Snowden reveló al mundo los proyectos de espionaje masivo e indiscriminado del gobierno de Obama, detonó el hervor de una generación de programadores y activistas radicales que buscan proteger la privacidad de la gente y salir del control de los gobiernos. Ante la censura, persecución y bloqueo financiero, muchos acogieron Bitcoin como escape al sistema bancario.

No es sorprendente la omisión casi absoluta de este fenómeno en los medios masivos, en los noticieros de televisión y en los periódicos. Posiblemente intentan retrasar el aluvión que amenaza con cambiar las estructuras que los mantienen. Pero ya no son los periódicos y noticieros convencionales los que llegan a más gente cuando hay internet, pues es este último el auténtico “medio de comunicación”. Y basta una rápida navegación para encontrar el enorme ecosistema alrededor de Bitcoin que la gente en la televisión no quiere que sepas.

 

 

Hoy en día hay muchas plataformas para comprar y vender Bitcoins, principalmente por internet, pero también en todas las grandes ciudades del mundo hay iniciativas de adopción, embajadas y asociaciones diversas para promoverlo. Cada vez son más numerosos los comercios que aceptan Bitcoins y los cajeros automáticos que puedes encontrar a través de mapas en internet de los lugares que visitas.

A pesar de no ser aun una economía cerrada en la que se pueda ganar y comerciar con Bitcoins todo tipo de bienes, el volumen de mercado va creciendo exponencialmente, y la comunidad que compone este ecosistema de Criptodivisas y Tecnología Blockchain viene con un ímpetu irrefrenable. Y así en ciudades como New York, Toronto, Montreal, Praga, Londres, Tokio, Amsterdam, Buenos Aires, Dubai, México, Barcelona, etcétera, todos los meses hay pláticas, eventos diversos y convenciones gratuitas que llenan foros cada día más grandes.

Esto es para mucha gente algo peligroso, algo que no suena muy bien, pues se preguntan qué pasará con tanta libertad, cómo controlaremos las transacciones ilegales, los impuestos, el fraude, y diversas preocupaciones afines como consecuencia de haber crecido en un sistema económico controlado por bancos y gobiernos que a través del miedo legitiman su rol argumentando protección.

Estas objeciones pronto perderán sentido pues la tecnología que rompe las barreras económicas ha llegado, la adaptación es el único camino y el renuente está destinado al rezago.

Cualquiera que no trabaje para el gobierno, para el sistema financiero, y que no busque controlar por la fuerza a las demás personas, entenderá las bondades de una efectiva economía global, exenta de las limitaciones arbitrarias de instituciones coercitivas.

Este sistema tiene el potencial de frenar el desmedido control de los poderes fácticos y descentralizar el comercio a favor de la gente común.

Aquellos que creen que las personas tienen derecho a manejar sus propios bienes –de forma privada si así lo desean–, la libertad para comprar lo que quieran y vender lo que quieran a cualquiera otro, aquellos que creen en la libertad económica, ya no tendrán que rendir cuentas a nadie, ya no tendrán que rogarle a los gobernantes el permiso, porque con Bitcoin, cualquiera que lo desee podrá acceder a un auténtico Mercado Libre.

 

 

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Gustavo G. Grillasca es Ingeniero Químico por la Universidad Iberoamericana y tiene una Maestría en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Cataluña. Como emprendedor es cofundador y accionista de Biprocel.com. Es apasionado del arte y la filosofía, y promueve la divulgación del conocimiento científico, económico y tecnológico.

 

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