EL HIDRÓGENO VERDE COMO PROPUESTA ECOTECNOLÓGICA

EL HIDRÓGENO VERDE COMO PROPUESTA ECOTECNOLÓGICA

 

 

El 2020 ha sido un año lleno de retos para la humanidad. Sin embargo, se mostró un gran avance en las innovaciones de la ecotecnología, minimizando la severidad del impacto ambiental.

A lo largo del tiempo, se han utilizado combustibles fósiles para fabricar y modificar diversos recursos naturales y así obtener diversos productos químicos.

En los últimos años, diversos países han apostado al hidrógeno como combustible energético alternativo… Se quema mucho más limpiamente que los combustibles fósiles, además, puede sustituir al carbono en algunas reacciones y es sustancialmente libre de emisiones.

Existen formas variadas de identificar el hidrógeno y su eco-pureza. En función de su sostenibilidad existen tres clasificaciones, hidrógeno: gris, azul y verde. De los cuales, los primeros dos se obtienen de combustible fósil, aunque el azul emite menos carbono. El ideal, sería el verde, ya que es producido a partir de energías renovables.

En cuestiones de “hidrógeno verde”, Japón tiene grandes proyecciones. Esta nación ha planteado toda una estrategia de cambio eco tecnológico a gran escala. A partir de marzo de 2021 recibirá su primer cargamento de hidrógeno en la ciudad de Kobe y durante los próximos 30 años, se espera un aumento exponencial del producto.

Este proceso demandaría que Japón importe el combustible utilizando una flota de tanqueros especializados, según informó Kawasaki Heavy Industries Ltd., la compañía propietaria del primer tanque de almacenamiento y el único desarrollador del país de una cadena de suministro de hidrógeno. Esta industria podría satisfacer casi una cuarta parte de las necesidades energéticas mundiales para mediados del siglo, según informa BloombergNEF.

Motohiko Nishimura (director del centro de desarrollo de proyectos de hidrógeno de Kawasaki Heavy Industries), mencionó que el hidrógeno es indispensable para alcanzar el objetivo de cero emisiones en Japón, ya que, la energía renovable no sería suficiente por sí sola.

Kawasaki Heavy Industries está creando una cadena de abastecimiento global, generando hidrógeno a partir de lignito (carbón mineral) en Australia. Se están construyendo barcos y tanques de almacenamiento, así como instalaciones de generación de hidrógeno para energía y calor.

Aunque, el “combustible verde” se muestra como un candidato potencialmente atractivo, denota algunas problemáticas. Los inconvenientes que crean el conflicto con su uso son: obtención, almacenamiento, transporte y seguridad. La forma ideal de producirlo sería obtenerlo directamente del agua, a través del electrólisis (descomposición molecular).

Además, se muestran controversias en el tema de la rentabilidad. Según una investigación realizada por la Universidad Stanford y la Universidad Técnica de Múnich, la producción de hidrógeno podría ser rentable si se utilizase todo el exceso de energía renovable que no se consume, y que, por tanto, no puede almacenarse.

La clave —según el estudio universitario— es que el rendimiento de las energías renovables es intermitente, con lo que el suministro de electricidad se vuelve variable. A veces es insuficiente para satisfacer la demanda, mientras que en ocasiones se produce demasiada y se pierde, o bien se deja de producir, ya que no se puede almacenar en el momento.

A pesar de ello, la tecnología del hidrógeno se ha convertido en una de las tecnologías más interesante y versátil.

Por ejemplo, en el tema vehicular, existen dos tipos de manejo de hidrógeno como combustible alternativo: el vehículo a través de combustión y el de pila de combustible.

En el caso de la combustión, el hidrógeno se quema en un motor de explosión, de la misma forma que la gasolina. El hidrógeno con presencia de oxígeno da como producto vapor de agua y energía. La potencia generada durante la combustión se utiliza para la producción de energía eléctrica, lo que se encarga del traslado.

Por otro lado, está la pila de combustible que es un dispositivo electroquímico de conversión de energía similar a una batería. Con el añadido de permitir el abastecimiento continuo de los reactivos consumidos. Es así como la pila es de alta eficiencia y mínimo impacto ambiental.

Si en un vehículo independiente ya se menciona un impacto, en lo colectivo también se está interviniendo. El viaje en autobús brinda una reducción del 80% de emisiones en comparación con el viaje en automóvil privado, sumado a ello, se está apostando hacia la fabricación de vehículos de transporte público propulsados con hidrógeno como base.

El desempeño de los autobuses eléctricos de pila de combustible ha evolucionado en los últimos años. Aunque se estima la estandarización de potencia, aceleración y rendimiento.  EE.UU., Canadá, Japón, Francia, Alemania, el Reino Unido y Brasil son algunos de los muchos países que participan activamente en el despliegue y comercialización de estos vehículos.

El hidrógeno verde, representa todo un nuevo ecosistema. En conjunto con las variedades de ecotecnologías, se muestra como un elemento —potencialmente— prometedor en el desarrollo sustentable.

 

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