El Museo de Artes y Diseño de Nueva York nunca hizo algo así; reunir en una única exhibición a 75 artistas, diseñadores y artesanos contemporáneos de América Latina, que con su trabajo lograron romper fronteras y trazan lazos que se extienden por todo el continente. Nuevos Territorios pretende así ser un laboratorio único en el que el público podrá sumergirse en las nuevas direcciones creativas hacia las que se dirige el diseño en la región. Es el resultado de un proceso que ha llevado dos años completar.
El mundo tiene cada vez más ojos puestos en lo que pasa en los países del sur de América. No solo por el deporte o la política. También hay un creciente interés en la inspiración y experimentación artística, donde están emergiendo iconos de renombre mundial. El título de esta primera muestra colectiva que se celebra en EE UU es tomado del concepto evocado por el arquitecto italiano Gaetano Pesce para representar el estado de la creación en una sociedad global.
Las fronteras entre el arte, el diseño y la artesanía, como señaló Pesce, están cada vez más difuminadas. La muestra de arte contemporáneo latinoamericano está así construida en torno a seis núcleos culturales: Habana, Ciudad de México/Oaxaca, San Salvador, San Juan, Sao Paulo/Río de Janerio y Santiago/Buenos Aires. Cada una de estas ciudades o hubsrepresenta un concepto específico sobre el arte, el diseño y la artesanía. El metal y el plástico son materiales que sirven de unión.
Lowery Sims, curadora jefa del MAD, explica que el proceso que se siguió para identificar las tendencias fue muy abierto con los diseñadores y los artistas, para evitar que fuera una muestra derivada de los que se hace en EE UU o en Europa, y conseguir una colaboración entre las distintas disciplinas. Entre las temáticas que se exploran, está el diálogo entre las tendencias contemporáneas y el legado artístico, el reciclado, la mezcla de técnicas tradicionales y de la era digital y la reivindicación del espacio público y personal.
“Fue un reto como presentar visualmente estos conceptos”, comenta Sims, por eso decidió utilizar las seis ciudades como si fueran aeropuertos que sirven de nodos de creatividad y que marcan con sus tentáculos la dirección de las tendencias que se van replicando por todo el continente. “Al final dimos con un modelo que permiten celebrar ideas específicas de un país y que al mismo tiempo muestran como se conectan con otras en diferentes países”.
El tema que más se explora en la exhibición es el relacionado con elsuperreciclaje y la reutilización de objetos. Brasil es el elegido para representar esta tendencia que se entiende por todo el país. Loshermanos Fernando y Humberto Campana han sido maestros al dar vida a materiales usados en nuevas formas. Una de las obras más evidentes en este campo es la silla Moeda de Zanini de Zanine, creada a partir de láminas de metal perforado en el proceso de acuñamiento de la moneda nacional.
Podría ser también el caso de la de pernos de acero del brasileño Leo Capote que rinde homenaje aCharles y Ray Eames. Lo habitual es que las muestras se centren en escuelas nacionales. La del MAD trata, sin embargo, de que haya una unión entre ellas. Es así como las nuevas generaciones de artistas, explica Sims, entienden y llevan adelante sus carreras. El tema en concreto del reciclado, a su vez, está conectado con el resto del mundo.
Esa conciencia por el medio ambiente se palpa en las sillas de latas derretidas de Studio Swine, en colaboración con Coletivo Amor de Madres, o la lámpara Cactus. El hub brasileño representa también el trabajo de Rodrigo Almeida, uno de los artistas más multidisciplinares del momento. Todos ellos demuestran la intención de grupos de artistas de experimentar con materiales y formas que conectan con sus propias culturas locales.
El plástico reciclado sirve como vehículo para trazar vínculos con otros núcleos culturales y diseñadores. Se podría haber hecho una muestra solo con este material. El artista francés Thierry Jeannot, afincado en Ciudad de México, se apoya también en botellas usadas para crear la sofisticada Coffe Table, en una mezcolanza de texturas y materiales con un estilo retrofuturista que se ve también en su ostentoso candelabro Transmutation verde. Es su forma de cuestionar los símbolos relacionados con el lujo.
Como indica Lowery Sims, la muestra pone en énfasis en paralelo en cómo jóvenes diseñadores y artistas trabajan junto a artesanos y grupos nativos para preservar sus técnicas y conocimiento. Es el caso de diseñador español Álvaro Catalán, que reclutó comunidades indígenas de Colombia para crear lámparas con desechos de botellas de plástico. Es el material al que recurrieron Davi Deusdará, Érica Martins, Rafael Studart y Tais Costa en la U Rock Chair.
Esa colaboración entre diseñadores y artesanos toma dimensión en la Ciudad de México y Oaxaca, con las artistas Liliana Ovalle y María Nepomuceno o los diseñadores Carla Fernández y Raúl Cabra. San Salvador y San Juan ocupan la sección dedicada a cómo el diseño se está llevando a la vida del público para crear nuevos mercados locales a través de la educación y la interacción social, siempre inspirados en el estilo de vida de sus comunidades.
Lee el artículo completo aquí: elpais.com